Aquí tenemos que diseñar la Experiencia de Usuario. Puede ser interactivo basado en una historia o personaje o lugar; o bien contemplativo sin interacción.
La experiencia inmersiva, como su nombre indica, pretende proporcionar al usuario una inmersión real, una experiencia práctica en su producto o servicio.
Además, lo ideal es que esta acción se base en el disfrute a través de los cinco sentidos, transformando una simple degustación en un entorno nuevo, original e ilusorio que provoque buenas sensaciones.
La idea principal de este tipo de estrategia es conectar al usuario con el producto de una manera tan encantadora y única que genere un impacto sensorial y reflexivo en él.
A continuación, compartimos ejemplos de experiencias inmersivas.